Foto: Vista de la entrada de la sala donde se podía leer un fragmento extraido del texto que escribió Eduardo Medici especialmente para la muestra.
Texto completo:
Ella se mira los pies y juega: los junta, los aleja, los encastra, de pronto los pies parecen separarse de ella y se abrazan, se odian, se besan; ya son dos personajes dispuestos a crear una historia y a dejar que los ojos de ella traten de contarla.
(Dicen los budistas que en la planta del pie esta condensado todo el cuerpo y en ella estaría también todo el devenir de la vida).
Ella aprieta el disparador de la máquina, pero en la pantalla no son esos pies los que aparecen, sino, como en las viejas hojas de un libro, los rosados pies de Victorine, la modelo de Manet, sobre la hierba, los pies alucinados que pintó Magritte, el pas de deux de la bailarina de Degas, los viejos zapatos de Van Gogh, los sufrientes pies de la crucifixión de Grunewald, los pies del cartero de Neruda, los pies de los que tienen hambre, los pies del fetichista, los pies del ladrón, los pies mojados del pescador... Pies sobre pies, huella sobre huella, pasos sobre pasos.
Ahora que vuelve a ver los pies (los suyos, los otros, todos) ya sobre el papel, ella piensa que eso es la vida (o el arte), eso y lo que queda sin ver y lo que queda sin caminar.
Eduardo Medici, febrero 2007
Algunas fotos de la inauguración, donde pueden ver a los artistas y amigos que pasaron a saludar, Ana Lizaso, Silvia Beker, María Marta Fasoli, Silvina Perez y Hervé Cordón Larios, entre otros.
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